José Solís Pizarro, gaucho y poeta la bautizó allá por los comienzos del siglo XX la República Lírica de Atocha y no sólo le bastó con bautizarla sino que le inventó un cementerio de pájaros. Lo que por ese entonces eran fincas aledañas a la ciudad ahora ya conforman un pueblo que depende de la Intendencia de San Lorenzo. Y fue el jefe de esa comuna Manuel Saravia quien dio el discurso inaugural de la Fundación del Bosque de la Poesía que contó con la presencia de numeroso público y poetas y artistas de esa provincia.
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Anteriormente el mismo intendente fundó junto a otros escritores y poetas el Bosque de la Poesía de San Lorenzo, localidad aledaña a Atocha que pertenece a su jurisdicción. En ambas fueron entusiastas impulsores los artistas Mercedes Cornejo y Nicolás Lupión. En la oportunidad habló en nombre del movimiento para la creación de los Bosques de la Poesía, Leopoldo Castilla quien hizo referencia a los poetas Pedro Solans y Aldo Parfeniuk, impulsores como él de esta maravillosa propuesta que ya se extiende por todo el territorio nacional, Latinoamérica y Europa.
Durante el acto los poetas Eduardo Robino, Marcelo Sutti, Rolando Vargas, José Cantero Berni, Leopoldo Castilla, Juan Carlos Moises y Cristian Adet. y otros tras escribir coplas de su autoría en un frontispicio de acceso al bosque leyeron sus poemas y el músico Mario Salim interpretó sus canciones.
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Esta fue la primera oleada de fundaciones en la provincia de Salta, donde, además de las cinco precedentes y ya concretadas se espera para los próximos días se espera que bosques similares se establezcan en otros pueblos como Campo Quijano, La Silleta, El Naranjo, en el peaje de acceso a la ciudad de Salta, Las Lajitas, Seclantás y Brealito.
La naturaleza sujeto de derechos
En cada bosque que se inaugura reza una frase: “ Contra la devastación del planeta que los Bosques de la Poesía nos devuelvan la poesía de los bosques”.
Y es que es imperioso reaccionar ante el expolio indiscriminado y la pertinaz destrucción de la naturaleza que ya está poniendo en riego de una total extinción a nuestra propia especie. Hay quienes han determinado un plazo de treinta años para cerrar el agujero de ozono, lo que de no suceder, traerá consecuencias fatales e irreversible para la humanidad y para esta tierra que de seguir tan castigada puede, en 600 años, convertirse en una bola de fuego en el espacio, como auguró el gran físico Stephen Hawkins.
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Conscientes de que es preciso colaborar entre todos para atemperar los efectos de esa devastación ,el poeta Aldo Parfeniuk propuso, con el apoyo de Solans y Castilla, otro movimiento para la creación de una ley que declare a la naturaleza sujeto de derechos. En este proyecto, que cuenta con un fuerte apoyo de organizaciones ambientalistas e importantes instituciones y fundaciones de la cultura no sólo nacional sino también internacional, están trabajando destacados juristas como el doctor Raúl Zaffaroni. juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y los doctores Nadia Espina, Pedro Olsson, Marcelo Caramelo, Federico Casiraghi, con calificados asesores como Gina Chávez y Magdalena Mayorga del Ecuador.