Iglesia de los Capuchinos, reliquia histórica, artística y religiosa de Córdoba

Ubicada en el corazón del barrio Nueva Córdoba de la ciudad de Córdoba, en Argentina, la Iglesia del Sagrado Corazón –más conocida como “Iglesia de Los Capuchinos”–, se graba en la retina de cualquier visitante.

Es que en la Córdoba de las iglesias antiguas, coloniales, verdaderas reliquias históricas, artísticas y espirituales, se erige este templo monumental, moderno, llamativo, único y diferente.

Iglesia de los Capuchinos

La construcción de esta iglesia llevó poco más de 20 años. Se dice que es una mezcla de estilos neogótico y neorrománico.

Pertenece a la Orden Franciscana, y fue elegida la Primera Maravilla Artificial de la Ciudad. Es actualmente uno de los sitios más visitados y fotografiados por locales y turistas.

Un poco de historia

En el año 1911 llegaron a la ciudad de Córdoba los primeros misioneros franciscanos “capuchinos” (brazo de la orden franciscana cuyos monjes se distinguían por el uso de “il capucchio” o capas). En un principio, estos vivían en pequeñas casas y atendían a los fieles en la parroquia de las Hermanas del Buen Pastor. Recién en 1926 comenzó la construcción del actual templo.

Entre 1926 y 1933, fecha oficial de la inauguración, el arquitecto que se encargó del diseño y la construcción fue el reconocido artista e ingeniero Augusto Ferrari quien combinó elementos del neogótico y neorrománico aprendido en Europa. Aún así, muchas obras continuaron incluso hasta 1980.

Arquitectura

El nombre original de la Iglesia de los Capuchinos es «La Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús”. La aguja gótica que perfora el cielo tiene relación con este nombre, que refiere puntualmente a la devoción del corazón físico de Jesús, que es símbolo del amor divino.

La devoción al Sagrado Corazón tiene sus raíces en una corriente mística que se centra en Jesús y su muerte en la cruz y muestra a su corazón como centro vital, símbolo de su entrega y de su gran amor por la humanidad.

La Iglesia de los Capuchinos se destaca por su gran número de esculturas y pinturas. El diseño de Ferrari es una construcción metafórica que refiere a la existencia humana y su relación con Dios:

A medida que el edificio alcanza altura, sus personajes se elevan simbólicamente más cerca del cielo.
El ingreso a la Iglesia del Sagrado Corazón está ornamentado con estatuas de Moisés y Juan El Bautista.
Cada uno de los elementos que integran la fachada principal tienen un sentido para el artista destacando un sinnúmero de columnas de distintos estilos a la altura de las naves y que representan todas las culturas antes del advenimiento de Jesucristo.
En el lateral derecho, se puede observar la torre trunca que representa la materia que muere.
En el lateral izquierdo la otra torre de 70 metros termina en “aguja” y representa el alma que asciende.
En el interior el techo es especialmente llamativo, ya que está conformado por bóvedas, ornamentadas por distintos artistas, donde se destacan las ellas estrellas doradas que representan al cielo nocturno de Córdoba en los distintos meses del año. Este rico interior genera una idea de absoluta inmensidad.

Cuando la iglesia fue construida, se recortaba claramente su perfil sobresaliendo en aquel nuevo barrio residencial de familias burguesas, con grandes casonas de baja altura.

Hoy en día, y a partir de la década de 1980, a pesar de estar inmersa en un bosque de modernos edificios de departamentos y torres en altura, su perfil sigue destacándose por belleza y contraste. El paisaje urbano del siglo XXI le ha favorecido.

Con información de: Municipalidad de Córdoba y Agencia Córdoba Turismo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Tal vez también te guste